Encendemos el horno a 170ºC con calor arriba y abajo.
Cogemos un molde de corona* lo untamos con mantequilla o con aceite y le espolvoreamos un poco de harina, intentando que quede bien repartida por toda la superficie.
Separamos las claras de los huevos de las yemas.
Batimos las yemas hasta que estén espumosas, añadimos el yogur y el aceite y batimos un poco más hasta que estén bien mezclados.
Añadimos la harina tamizada, el bicarbonato, (la levadura solo en caso de usar una harina normal) la canela y la sal y removemos bien hasta que quede una mezcla homogénea y reservamos.
Montamos las claras a punto de nieve con el azúcar.
Incorporamos las claras montadas al resto de la mezcla poco a poco con movimientos envolventes, para que la masa quede aireada.
Vertemos la mezcla en el molde y horneamos unos 40 min. o hasta que pinches el bizcochón y salga el pincho seco.
Sacamos del horno y lo colocamos sobre una rejilla, desmoldamos cuando esté templado y dejamos que se enfríe del todo sobre la rejilla.